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lunes, 24 de noviembre de 2008

América y los cañaverales

LOS COMIENZOS DEL TRASPLANTE AGRÍCOLA EN AMÉRICA
El descubrimiento de América trajo también a los españoles el descubrimiento de una agricultura totalmente desconocida, la practicada por los aborígenes, muy lejana a la de sus hábitos alimenticios. La necesidad de establecer una colonia para buscar las riquezas de la nueva tierra les obligó a trasplantar su agricultura, que era en realidad una agricultura tricontinental; la del Viejo Mundo. Reproducían así el caso canario.Desde el segundo viaje comenzó la aclimatación. Colón llevó para ello numerosas semillas y plantas que se sembraron en la Isabela, primera ciudad española en Indias. Los resultados fueron sorprendentes, pues se dieron bien las hortalizas y los frutos de origen asiático, pero mal los propiamente mediterráneos, aunque crecieron desmesuradamente. En su Carta-Relación de 20 de enero de 1494 a los R.R.C.C. comunicó el Almirante:"Hoy son treinta y un días que yo llegué en este puerto. Agora tenemos de todas maneras de hortalizas. Nascieron las simientes todas al tercero día: rábanos y perejil y semejantes hierbas ya nos aprovechamos en estos; y plantas, ya son grandes: trigo y cebada ya de un pie en alto. Naranjos y sarmientos y cañas dulces están ya crecidas. De las cañas no truje cuantas quisiera, que puesto que fuesen muchas cargas, todas las que se pusieron en botas se escalfaron y están perdidas, y también las que están en la nao, la cual ha tardado hasta la semana pasada hasta llegar aquí. Así que deseo mucho que de ellas se haya cantidad, que lugar hay aquí para se hacer cañaverales, para hacer un cuento de quintales de azúcar cada año, otros tantos de algodón muy finísimo, y no menos de arroz, si aquí estuvieren los labradores de Valencia...Y ansí espero en Nuestro Señor que antes de muchos años no habrá menester traer acá salvo vestuarios, que de trigo acá dará buena simiente, y vino se halla acá hartas vides que trasponiéndolas y labrándose, darán buen fruto." 19 .Comprobamos así que desde el principio se sembraron las plantas de la agricultura-mundo (euro-afro-asiáticas), pues junto a las mediterráneos figuraban las asiáticas, como los cítricos, el arroz y la caña azucarera. Diez días después (30 de enero del mismo año), Colón reconocía que se había sembrado poco y con carácter experimental, manifestando su preocupación por dos de los componentes de la dieta mediterránea, el trigo y las vides, que pese a todo esperaba que se dieran bien:" digo de trigo y cebadas e viñas, de lo cual para este año se ha hecho poco, porque no se pudo de antes tomar asiento... Con todo, alguna cosa han sembrado, mas para probar la tierra, que parece muy maravillosa, (que) para que de allí se puede esperar remedio alguno en nuestras necesidades. Somos bien ciertos, como la obra lo muestra, que en esta tierra así el trigo, como el vino, nacerá muy bien, pero hase de esperar el fruto, el cual si tal será como muestra la presteza del nacer del trigo y de algunos poquitos de sarmientos que se pusieron, es cierto que non fará mengua el Andalucía ni Secilia aquí, ni en las cañas de azúcar, según unas poquitas que se pusieron han prendido..." 20 .Posteriormente fue mucho más prolijo, mostrando su satisfacción por la aclimatación de hortalizas y frutas, y verdadera preocupación por el trigo:"La simiente de huertas que acá trajimos todas en tres días salieron de la tierra; y de la hortaliza nos aprovechamos a los quince días, y ansí harían todas cualesquier simientes que se siembren. Los cuescos todos nacieron a los siete días y nacen los sarmientos que de Castilla acá se trujeron; se plantaron y un mes hicieron algunas pámpanas y racimos en ellas; las cañas de azúcar ansímesmo. Los melones y pepinos y cohombros en cuarenta días después de sembrados dieron fruto y maduraron, y tenemos cada día dellos, y los mejores melones que jamás se vieron; fueron sembrados en fin de enero y en comienzo de marzo los comenzamos a comer, y tengo por dicho que continuamente todo el año los habrá, y calabazas. De trigo hice sembrar muy poco, porque no teníamos aparejo y era invierno cuando aquí venimos, mas espera un labrador que por una fanega que haya sembrado, cincuenta. El cual trigo también nació presto, y día de Pascua se trujo del un grande manojo espigado y granado, en la iglesia; y ansí de garbanzos y habas" 21 .Los R.R.C.C. asumieron la importancia de la labor agrícola en Indias como empresa de la Corona y dieron instrucciones a Colón (23 de abril de 1497) sobre la forma de disponer las siembras en la nueva colonia:" Que cerca de la dicha población, o de la que agora esta fecha o en otra parte, cual a vos os parezca dispuesto, se haya de facer e asentar alguna labranza e crianza, para que mejor e a menos costa se puedan sostener las personas que están e estarán en la dicha isla; e que porque esto se pueda mejor facer se haya de dar, e de, a los labradores que ahora irán a las dichas Indias del pan que allá se enviare fasta cincuenta cahíces de trigo emprestados para los sembrar, e fasta veinte yuntas de vacas o yeguas e otras bestias para labrar, e que los tales labradores que así recibieren el dicho pan lo labren e siembren, e se hayan de obligar de lo volver a la cosecha e pagar el diezmo de lo que cogieren, e lo restante que lo puedan vender a los cristianos a como mejor pudieren, tanto que los precios no exceden en agravio de los que lo compraren..." 22 .Un enorme pesimismo se apoderó de los pobladores de la isla Española a fines del siglo XV, cuando comprobaron que ni el trigo, ni la vid, ni el olivo, daban frutos, y que hasta la caña sembrada se había perdido. Lo único que se daba bien eran las frutas y hortalizas.

La "cañamiel" y las islas de azúcar

En Europa de finales del siglo XV, la "cañamiel", introducida siglos atrás por Marco Polo, producía muy pequeñas cantidades de azúcar en Madeira y Canarias, y este producto se vendía en las botica por onzas y a precio de oro.
La caña pasó a América en el tercer viaje de Colón (1498) para ser aclimatada en La Española, de donde se expandió con gran rapidez por todo el continente. El apremio con la que tiene que ser molida la caña, luego de ser cortada, y el hecho de que la zafra requiere un período de corte lo más breve posible, crearon la necesidad de acumular brazos disponibles, baratos y estables para un trabajo que en si es discontinuo.
Así pues, la necesidad de abundante mano de obra en América no inventó la esclavitud, pero sí aumentó el tráfico de esclavos en cantidades nunca vistas hasta entonces. Para que esto pueda cuantificarse, vamos a tomar como ejemplo la parte occidental de La Española que, bajo el colonialismo francés, producía por 1750 "los mejores y más bellos azúcares del mundo entero". Tal era la importancia que tenía sobre las demás colonias francesas del Caribe, que en lugar de Saint Domingue se le llamó "La Perla de las Antillas".
Para el mismo año en que estalla la Revolución Francesa, éste era el panorama económico de Saint Domingue. "En dicha época de 1789 estaba la colonia en su mayor apogeo: su población se componía de 40 a 50.000 blancos, de 500.000 esclavos negros, y de un número casi igual de mulatos y negros libres. En la parte Oeste se contaban 813 ingenios de azúcar, 3.117 cafetales, 789 algodonales, 3150 haciendas de añil, 54 de cacao, 182 fábricas de ron, 6 tonelerías, 370 hornos de cal, 29 alfarerías y 37 tejares.
"Su comercio de exportación hacia Francia ascendió en dicho año a 135'620.000 millones de francos y el de importación a 65'578.000; y el comercio extranjero fue tan solo de 7 millones de francos a la importación y 3'007.000 a la exportación. La navegación entre Saint Domingue y Francia ocupaba 700 buques y más de 18.000 marineros.
"El azúcar exportado en 1790 se elevó a 6'416.209 arrobas, equivalente a 401.013 cajas; el café exportado subió a 76'837.219 libras; el algodón a 7'400.724 libras y el añil a 758.628 libras. Se extrajeron asimismo 29.502 bocoyes de miel de purga, 303 barricas de tafia, 7887 cueros curtidos, 5.180 sin curtir y 5.000 libras en conchas de carey".
De esta manera y por el trabajo de los esclavos africanos, América hizo posible que el azúcar pasara, de ser un producto al alcance de muy pocos, a un alimento que por sus cualidades energéticas jugaría un papel trascendental en la historia de la nutrición humana

http://www.lablaa.org/blaavirtual/historia/lucena/transfera/transfera4.htm
Integrantes:
Juan Blas Duarte
Guido Talavera
Cristhian Benitez
Manuel

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